El atardecer se funde en una noche de arreboles y descansa al arrullo de sonidos de aves exóticas. En el agua reposan delfines rosados, caimanes y hasta pirañas, mientras anacondas, tapires, jaguares y monos buscan refugio en medio de la selva amazónica que da vida a la Reserva de Producción Faunística de Cuyabeno, en Ecuador.
Creada en julio de 1979, esta joya natural, de cerca de 590,000 hectáreas, en la provincia de Sucumbíos, es parte del Programa Trinacional, una iniciativa de conservación de desarrollo sostenible en la que también figuran áreas protegidas de Colombia y Perú en sus zonas de frontera.
La magia de este extraviado lugar se comparte con los visitantes a través de un organizado modelo de turismo ecológico, que contempla el uso de energía solar y el tratamiento de aguas servidas.
Una vez sumergido en el corazón de la selva, todo rastro del agobiante ritmo de la ciudad se pierde. La televisión, Internet e incluso la comunicación celular se extinguen bajo un ambiente verde y húmedo.
Y en medio de la nada, camuflados entre árboles tupidos, aparecen modernos y cómodos lodges que sirven de hospedaje.
"Son campamentos o construcciones típicas de las comunidades indígenas. El sector de las lagunas es un territorio siona. Allí, la empresa privada, o el operador, vincula a familias de esta comunidad y empieza un proceso de inversión para construir estos campamentos. Son 12, de los cuales 11 están en la laguna y el otro, en el sector conocido como playas de Cuyabeno", explica Luis Borbor, doctor en Biología y responsable de la Reserva.
Uno de éstos es el Cuyabeno Lodge, que opera desde 1988.
Tiene capacidad para 50 personas, con habitaciones de acomodación doble, triple y matrimonial. Construido con madera, con techos de paja toquilla, este lugar se asoma a las orillas de la laguna Grande. Cuenta con comedor, bar y sala de lectura, y una torre para captar la imagen de un atardecer inolvidable.
"Mucha gente busca el ecoturismo para descansar, y por eso les tenemos hamacas, una gran torre para observar aves y una plataforma para tomar sol", dice Edian Avilés, administrador del Cuyabeno Lodge.
Para llegar a la laguna se debe viajar a Quito y luego, a Lago Agrio. Este trayecto, en vuelo doméstico de ida y regreso, cuesta unos $170, mientras que en ómnibus el recorrido dura 8 horas y vale 16 dólares por los dos trayectos.
"El paquete más común es de 4 días, 3 noches. Los recogemos en Lago Agrio y desde ahí corre todo por cuenta nuestra. Tenemos un punto de encuentro en la mañana, y se regresa a la hora de almuerzo. Viene incluido el transporte del Lago Agrio al sitio conocido como El Puente, y de ahí en lancha hasta el lodge", explica Avilés.
ENTRE PIRAÑAS Y CHAMANES
Es un plan para aventureros en el que se encuentran altas temperaturas y humedad, típicas de la jungla. El programa para esos cuatro días contempla largos recorridos por senderos en los que no es raro ver anacondas, micos, tapires y una variedad de aves. Pero el mayor atractivo es, sin duda, el delfín rosado, una especie que habita en las aguas de la laguna y que se aprecia en los paseos en lancha o canoa. Tomarles una foto es un trofeo invaluable.
"También se puede nadar en la laguna, practicar pesca deportiva de piraña, pasear en canoa y visitar la comunidad siona, con la que se comparten experiencias espirituales encabezadas por sus líderes, los chamanes", agrega el administrador del Cuyabeno Lodge.
Esta aventura atrae en su mayoría al turista extranjero, pues, según Borbor, entre el 78 y el 80% de los visitantes llega de fuera de Ecuador. Las cifras respaldan también el crecimiento de viajeros cada año.
"En 2000 entraban unos 4000 turistas por el puente de Cuyabeno, y hoy el promedio es de 11.000", remata Borbor. Así que si busca vacaciones y quiere cambiar la playa, atrévase a vivir una experiencia salvaje en medio de la selva.
DATOS ÚTILES
Tarifas
Planes de 4 días, 3 noches, desde $220 hasta $395 por persona, según el tipo de acomodación. Por 5 días y 4 noches, entre $275 y $475.
¿Cómo llegar
Lan vuela a Quito a partir de $4,386, con impuestos. Desde Quito se puede tomar un avión a Lago Agrio (en Tame), que tiene un costo aproximado de 70 dólares, ida y vuelta. En ómnibus, Trans Esmeraldas llega en 8 horas. Los dos trayectos valen 16 dólares. Desde allí, los operadores turísticos se encargan de los traslados.
miércoles, 27 de marzo de 2013
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